Son procedimientos rápidos, fáciles y mínimamente invasivos, gracias a los cuales el paciente se reintegra a su actividad habitual inmediatamente después de realizarlos. Utilizados cada día más para mejorar el aspecto facial, sin recurrir a la cirugía. Día a día surgen nuevos productos con mayores ventajas y menos complicaciones.
Tipos de implantes
Existen diversos tipos de rellenos o implantes. Algunos son de duración corta: los reabsorbibles, como el ácido hialurónico y el colágeno (duración 6 meses y el año). Otros, los llamados semipermanentes, tienen una duración que varía entre 2 y 4 años. Estos generalmente son asociaciones de ácido hialurónico o colágeno con sustancias polimerizadas como hidroxiapatita de calcio o ácido poliláctico. Entre los permanentes no aconsejados, debemos citar los biopolímeros (siliconas) ya que su infiltración no está permitida dado el mal uso con el que ha sido utilizada y la posibilidad de migraciones, granulomas, fistulas etc. (desastrosos resultados en labios).
Los rellenos se aplican mediante inyecciones de la sustancia elegida en las zonas a tratar. Se utilizan para mejorar arrugas, surcos, secuelas de acné, modelar labios, entre sus principales aplicaciones. Normalmente la aplicación es muy bien tolerada.
La elección del producto depende de la zona a tratar, del volumen que debemos obtener, del tiempo que el paciente desee que dure el efecto. Trabajamos con los productos existentes en el mercado con la mayor garantía.
Estos tratamientos frecuentemente se combinan con otros tratamientos, devolviendo al rostro la frescura perdida con el paso del tiempo, obteniéndose un resultado estético inmediato y muy satisfactorio.